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Luego de reconciliarse con Luciano Garbellano, la rubia dijo estar cansada de todos los que opinan de ella y de su pareja. Además sostuvo que es “increíble la envidia que produce la pareja”.
¿Estás enojada con los medios?
No, con los medios no, con los opinólogos. Ver el tour televisivo que hicieron con una nota de nuestra reconciliación, por momentos, me asustó. Siento que despertamos tantos odios y envidias que recién ahora entiendo qué significo para muchos, y cómo ven potenciada mi figura al lado de Luciano. Trabajamos juntos, nos va bien y nos amamos. Tal vez piensen que somos una dupla imbatible. Con sólo ver un minuto de algunos programas, no todos, por supuesto, me hizo sentir que soy mucho más importante de lo que creo.
¿Y por qué?
Y… si estoy me critican, si desaparezco me buscan, hacen encuestas y apuestas… Si me separo lo hago por prensa y si no me separo por interés. Algunos son tan pobres de alma, profesión y talento en los medio que utilizan sus cinco minutos de gloria de opinólogos y tratan de destruir mi imagen, cosa que no pueden lograr porque hace 17 años que trabajo en esto. Ellos me terminan dando más prensa, me potencia, ¡me dan pena! Siempre voy a hacer lo que quiera porque les guste o no soy una artista que trabaja, la gente me quiere y me mima cuando estoy mal.
¿Vos lo decís por la pronta reconciliación con Luciano?
Claro, si yo amo a un hombre no voy a privarme de arreglarme con él. No voy a dejar de demostrarle a mi pareja sólo por miedo al qué dirán. No regalo ni un minuto de mi felicidad por un par de cuatro de copas. Me hago cargo de haber contado que me separé, aprendí la lección. No me voy a poner como esas que dicen que de su vida privada no hablan y dejan de garpe a un cronista que gana dos mangos e hizo guardia para esperarlas durante seis horas. ¡Por favor! Es el típico divismo devenido a menos, es la gran falsedad del medio.
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