
Hasta el momento se trataba de un rito exclusivo del público femenino. "Fue una apuesta, mi manager dijo que no tendría agallas para hacerlo. Yo no soy nada homófobo, así que lo hice. El beso estuvo bien, pero sin lenguas”, comentó Enrique.
El artista admite que está tratando de dejar de sacar a chicas al escenario, pero a veces no puede remediarlo. "Sé que es un poco ordinario, trato de no hacerlo mucho, pero cuando ves a alguien que quiere subir al escenario tan desesperadamente, pues no hay remedio", señaló.