
Tras dos años de intenso trabajo con Patito feo, la novela infantil que protagonizó y con la que hizo una gira musical por toda Latinoamérica, Laura Esquivel (15) se tomó un descanso. Hoy, sus días están lejos de la vorágine: se dedica a disfrutar de su familia, compuesta por mamá Silvana y papá Jorge, y cursa 3º año del secundario en la UAI. “¿La verdad? Extrañaba un poco dar notas. La última la hice hace un mes, en la gira de despedida de Patito feo, que fue en República Dominicana y Nicaragua. Si bien es raro no andar tan a full, está bueno parar un poco y estar más tranquila”, confi esa Laura.
-Cumpliste tus 15 afuera.
-Sí, fue el 18 de mayo, y estuvo buenísima la experiencia; ¡fue como un cumple arriba del avión! Tuve un festejo doble: arriba del escenario en Nicaragua, y el día anterior en Dominicana tiraron el tema del Cumple feliz, y todos me cantaron. Nunca soñé con hacer una megafiesta. Me encantan los vestidos enormes, tipo princesa, pero no me gusta festejar mi cumple bailando. De hecho, no salgo a bailar de noche porque no me atrae. Voy a las fiestas de 15 de mis amigas, pero no me interesa festejar el mío.
-¿Cuál es tu balance de estos dos años de Patito feo?
-Fue re lindo, una experiencia enorme. Dos años muy intensos, con tele, teatro, giras, notas en revistas.... Pero mi vida era sólo eso: estar pendiente todo el tiempo de Patito. Fue mucho y muy lindo; pude cantar, actuar, bailar, ¡hacer lo que me gusta!
-Al ser la protagonista, ¿tenías muchas responsabilidades?
-Sí, fue fuerte. Pero lo disfruté porque el papel de Patito me encanta. “¿Tengo que usar anteojos, aparatos y trencitas?”, me pregunté cuando me ofrecieron el protagónico. Y no lo dudé: “¡Qué lindo, es un personaje bueno!”. Nunca voy a cansarme de decir que me encanta Patito, es un personaje que siempre voy a llevar en el corazón.
-¿Extrañás los aparatos y los anteojos?
-De vez en cuando, sí. Cuando estoy en casa a la tarde sin hacer nada, o cuando salgo a pasear, digo: “En este momento tendría que estar grabando”. El año pasado vivía en el estudio, y a veces extraño eso. Es raro el cambio; de estar tan a mil, pasé a estar súper tranqui. Pero está bien, fue una experiencia hermosa, tengo recuerdos alucinantes.
-Con la gira recorriste América latina y parte de Europa. ¿En qué quedó el proyecto?
-En realidad, dijeron que se podía hacer algo en Europa. Un tour musical, pero no está definido. ¿Si me da miedo quedar pegada al personaje? No, no creo que así sea. Patito siempre va a quedar en la gente, pero tampoco es para tanto. Está bueno que me conozcan por cómo soy, tengo mucho para dar.
-¿De chiquita querías estar en la tele?
-Si bien quería cantar y bailar, nunca me imaginé que iba a hacer algo como Patito. Estudiaba canto, pero no pensé que iba a estar en la tele o grabar un disco. De chica amaba disfrazarme y cantar o actuar. Como mis papás trabajaban mucho –los dos son médicos-, mi abuela Clelia me iba a buscar al jardín y a la tarde me disfrazaba para ella. Igual te confieso algo: de chiquita quería ser detective.
-¿Perdón?
-Claro, quería ser detective privada. Con mi mejor amiga, Camila, nos compramos la misma lupa y en el recreo andábamos inspeccionando las paredes. En 1º grado ya me imaginaba la plaquita: “Laura Esquivel, detective privada”, ja.
Sin embargo, la veta artística de esta chica nacida y criada en el porteño barrio de San Telmo fue más fuerte y, a los 8 años, Laurita debutó como bailarina en Guinzburg and kids. “Mis papás siempre me apoyaron y me buscaron un profesor de canto en el barrio. A los 8, entré a la academia de Valeria Lynch, y ahí surgió el casting para Guinzburg”, repasa Esquivel, quien luego hizo de “niño perdido” en el musical Peter Pan, todos podemos volar, con Diego Reinhold, en el Opera. Por ese trabajo la convocaron para representar a la Argentina en un concurso musical en México. “Era una especie de Operación Triunfo, con 20 chicos de entre 9 y 13 años. Yo tenía 10 y salí tercera, ¡fue increíble!”, se entusiasma. De regreso en nuestro país, participó del segmento 30 segundos de fama, en ShowMatch, y el verano siguiente hizo teatro en Mar del Plata, con la obra Kids Match. “Después de esa temporada llegó Patito, que fue el proyecto más fuerte”, recapacita la chica.
-Estás en 3º año. ¿Cómo te va en el colegio?
-¡Muy bien! No me llevo ninguna materia; tengo 7, 8 y 9 en el boletín. Por suerte, no hay ninguna nota baja. Siempre me dediqué al cole; aun grabando casi todo el día, nunca me llevé ni una materia. Lo digo con sinceridad, me encanta ir, escuchar a los profesores, estar con mis amigas...
-Y ahora que tenés tiempo libre, ¿en qué lo invertís?
-Me gusta mucho estar con mi mamá. Con papá también, pero lo veo menos porque llega tarde de trabajar. Salgo a pasear con ellos, hago deportes, amo andar en bicicleta, juego con Martín, mi perro caniche, visito amigas. Es como que volví a la vida normal, por decirlo de algún modo. Hago las cosas que hacía antes de entrar en la novela.
-¿Volviste a subir a un colectivo?
-No, ¡tanto no! Hace poco volví por primera vez sola del colegio a casa, caminando con mis amigas. Sola, sola, todavía no ando.
-¿En la calle qué te dicen?
-Aunque no lo creas, todavía me siguen diciendo Patito. “¡Eyyy, Patito feooo!”, me gritan los chicos. A veces, algunas chicas me siguen y de atrás me van cantando las canciones del programa. Yo las saludo y continúo. No me molesta el reconocimiento porque pienso que si algún día llego a encontrarme con mi ídola, Celine Dion, me moriría por saludarla.
-¿Mirás televisión?
-No mucho. Sólo a la mañana, cuando me despierto. Me encantan las series CSI:New York y Lost, y algunos programas de Disney Channel. ¿Hobbies? Me gusta leer cosas de aventuras y fantasía. Ahora, por ejemplo, estoy entusiasmadísima con un libro que se llama Las 13 vidas y media del Capitán Oso Azul. Es un osito que te va enseñando cómo fue viviendo cada año de su vida.
-¿Cuál fue el regalo más loco que te hizo un fan?
-Soy fanática de Snoopy, y una vez un fan de Paraguay me regaló una caja llena de Snoopy chiquititos, todos de colección. ¡Fue re original! Lo vi las dos veces que viajé a Paraguay, ¡muy buena onda!
-¿Tenés novio?
-No, nada. Reconozco que soy de enamorarme fácil pero no quiero tener novio. Capaz que me gusta algún chico, pero se me pasa rápido y al otro día ya no me gusta más. Ya va a llegar el momento.
-¿Tenés algún amor no correspondido?
-No tengo esa cosa, muy de otras chicas, que se quieren mostrar mucho adelante del chico que les gusta o le van a hablar de una. No soy de esa manera, entonces nunca tuve amores no correspondidos porque directamente jamás fui a buscar ningún chico. Prefiero que él se acerque, no ir yo.
-¿Y se te acercan los chicos?
-No tanto. Muy de vez en cuando, pero está todo re tranquilo. En mi curso ya están todas las parejas armadas.
-¡Te quedaste soltera!
-Sí. Algunas de mis amigas también tienen novio. Más adelante se dará, por ahora no quiero tenerlo.
-Y a nivel laboral, ¿qué te gustaría que suceda?
-Sueño con seguir en televisión, hacer personajes distintos, y cantar. Mi meta es grabar un disco, porque lo que más me gusta es cantar. Estudio piano y canto, y ya tengo algunas melodías propias. Estoy empezando a componer mis canciones, pero todavía falta para que ese sueño se concrete. 22222222222222222222222222