
El embajador está desesperado porque el abuelo de Niní secuestró a sus dos hijos menores: Chama Chan y Sicilia. Ambos salen en el auto a buscarlos. Durante el viaje, Niní le reprocha a Tomás ser un mal padre.
Los retos de Niní provocan que el embajador se sincere y le cuente la historia de sus hijos. Finalmente, Niní y Tomás encuentran al abuelo y los chicos saliendo de una iglesia, pero no pueden creer lo que ven: el abuelo se casó con una linyera.