
un joven estructurado y distante. Parker arriba a la mansión acompañado por su ambiciosa secretaria Celina (Paula Morales) y sus cuatro hijos adoptivos, que por haber nacido en distintos países, forman una familia heterogénea y muy particular.
Niní, que rápidamente se encariña con los niños, debe sortear varios obstáculos para poder permanecer en la embajada junto a ellos y transmitirles valores como libertad, amor y un sentido del humor fuera de lo común. Luego de los equívocos y accidentados encuentros entre Niní y Tomás, las cosas se complicarán aún más en la mansión.





