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Más de 50.000 personas pasaron por el pabellón de España en la Exposición Universal de Shanghai en tan sólo dos días, los penúltimos de ensayos generales con público celebrados antes de la apertura del evento.
El espacio español se incorporó a esos ensayos el pasado viernes y es llamado "pabellón cesto", por su fachada cubierta de paneles de mimbre. En su interior, los primeros visitantes pudieron recorrer tres salas temáticas: "Origen", concebida por el cineasta Bigas Luna, "Ciudades", del director Basilio Martín Patino, e "Hijos", de su colega Isabel Coixet.
Si en la primera sala el público local se salpica de "ADN español", como le gusta decir a Bigas Luna, con un espectáculo audiovisual combinado con una bailarina de flamenco en directo, en "Ciudades" se empapa de la memoria colectiva española mediante un "collage" audiovisual de la mano de Martín Patino. El bebé gigante de Coixet tiene seis metros y medio de alto. Se llama Miguelín y se mueve, sonríe e invita a los visitantes a pensar en el futuro.
"Me parecía importante que en esta sala, además de que se viera la estructura del edificio, hubiera algo que llamara al pueblo chino a venir aquí", explicó Coixet, ya que "en esta Expo todo el mundo está compitiendo con sus mejores armas".
El bebé gigante sin duda se convertirá en la fotografía obligada de los visitantes del pabellón, lo que podría ayudar a repetir el éxito del espacio español en la Expo Universal anterior (Aichi 2005, en Japón), cuando fotografiarse entre los coloridos hexágonos de su fachada se convirtió en uno de los recuerdos más populares
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