
El hijo de la inglesa Marie Boswell quería decirle a su mamá por sí mismo que estaba bien en su panza. Como muestran la imagen, el pequeño levantó el pulgar durante un control de rutina.
La mujer, de 35 años de edad, y los médicos estaban sorprendidos y no podían dejar de reír cuando la imagen apareció en la pantalla en el Hospital Wythenshawe, de Manchester. "Nos estaba dando el visto bueno, era tan claro. No lo podía creer”, señaló la embarazada.
La mujer había regresado al hospital para una segunda exploración porque los profesionales querían comprobar si el niño tenía un problema en la columna. Pero, tras la señal de su hijo y el estudio, se determinó que todo estaba normal. 22222222222222222222222222