
Junto a su marido, Maxi López y a su hijo Valentino, Wanda contó que se quedan un mes en Buenos Aires y por tres más en Italia (Catania) y que pasa su vida cotidiana haciendo shopping (“no hay mucho que hacer), aprendiendo tenis (“porque Valen va dos horas al jardín”)
y jugando poker, adicción que comparte con su pareja y varios argentinos que forman parte del equipo de fútbol al que pertenece Maxi. Que ella quiere una nena, que él quiere un varon, que comen pastas, que ella cocina, que él le regaló la Ferrari, que tienen una casa frente al mar y poco más.
Wanda no habló de la Nannis, Susana preguntó, por más que la producción apretaba y hasta ahí. Antes estuvieron los Pimpinela, después el Cirque du Soleil y llegó “la abuela”. 22222222222222222222222222