donde además sostiene una charla sobre un encuentro amistoso con Sean Penn en el cual resultan invadidos por una ola de paparazzi antes de que siquiera se sienten - lo que claramente influyó en la curso de la conversación.
Kristen dijo frustrantemente, "Si yo pudiera ir a trabajar todos los días y no tener que ser seguida por 15 malditos gángsters tratando de sacarme una foto, dispuesto a hacer cualquier cosa por una ... Eso no es normal.
Es curioso cómo la fama en America se coloca por encima de la felicidad, por encima de todo. Eso no es tan cierto. Y lo sabía antes de que sea famosa. Era tan obvio para mí. No sé cómo la gente no puede ver eso desde una perspectiva externa. Mi perspectiva es la misma: es exactamente lo que pensaba que sería".
Continuando la entrevista, Kristen fue saludada en el interior de un restaurante local por un fan que le dio sus "holas" antes de dejarla volver a la entrevista, por lo cual la nena de Bella Swan le ofreció un cumplido antes de hablar de otra cosa que le molesta: las redes sociales.
"Él fue lindo", dijo ella del fan. "Él no pidió una foto. Eso es bueno, porque luego van al Twitter y los paparazzi saben dónde estoy y vienen y lo vuelven todo loco. El maldito Twitter me carga todos los días de mi vida.
Porque la gente va y escribe cosas como, 'estoy sentado al lado de Kristen Stewart en este momento' y luego ellos se presentan. Veo a personas en sus teléfonos y sólo quiero tomar estas galletas y arrojarles.
Es como decirles, 'deja tu maldito teléfono y consíguete una vida!'. Me siento tan mal. Es como si estuvieras pisoteando la vida de alguien sin remordimientos. Y es rampante. Todo el mundo puede hacerlo ahora. Compran una cámara y ya es paparazzi; obtienes una cuenta de Twitter y eres un informante. Es muy molesto".