Desde muy temprano y recién llegado del Sur, donde cumplió con los últimos compromisos antes de su gran debut, Marcelo Tinelli ya estuvo en contacto con su equipo y palpitando el regreso de “ShowMatch” (el Trece) a la televisión.Si bien siguió de cerca cada instancia vía telefónica e internet, el anfitrión decidió visitar el estudio de Ideas del Sur antes de comenzar a organizar su día de preparativos. Su camarín en el subsuelo de Ideas del Sur ya está listo.
Es el recinto número 1 junto al control central, un sitio pequeño pero con comodidades básicas y un baño privado. Desde hace dos décadas, Marcelo dispone allí elementos clásicos de compañía diaria: las fotos de su familia, el televisor siempre encendido, algunos dulces de los que no puede prescindir, bebidas y snacks en la heladerita, la imagen de la Virgen de Luján, la foto con Diego Maradona y el escudo de San Lorenzo. Además, respetando las cábalas, Marcelo entrará al estudio con el pie derecho y por la misma puerta que lo hace desde que usa el foro de su productora.
Otro de los ritos que respetará esta noche: recibirá a cada uno de los integrantes de su staff sin involucrarse demasiado en diálogos y situaciones antes de salir a escena. María Vilariño, su vestuarista desde hace 18 años, ya dejó colgado el traje negro de Etiqueta negra que lucirá el anfitrión del show e Inés Paré, su maquilladora exclusiva desde hace seis años, desplegó su maletín con sus productos.
Además, Marcelo procuró tiempo para hacer algo de footing, porque según dijo alguna vez: “correr me abre a la inspiración. Mientras entreno ingreso en una dimensión creativa, reveo lo hecho hasta el momento, busco la forma de darle algún valor agregado e inventar la manera de seguir sorprendiendo.
Y en esos momentos de entusiasmo experimento lo mismo que sentía cuando armaba mis propias notas deportivas en las máquinas de cinta de pulgada para Badía y Cía. Siempre disfruté de esa labor de artesano que le doy a mi trabajo.”
Tinelli vive cada regreso a la pantalla como un recomenzar: “volver es como estar frente a un bastidor.
No hago un bosquejo paralelo e imprimo el diseño del cuadro en la tela una vez que está terminado, sino que experimento las texturas y los colores a medida que lo pinto, agrego tonos nuevos y cambio algunos otros. Así, y en gran escala, fue hace 20 años, cuando lanzamos un programa deportivo y el público lo fue moldeando hasta lo que es hoy en día.” 22222222222222222222222222
