La primera en tomar la palabra fue Carmen Barbieri, quien afirmó: “Trate de guardar silencio ante el llamado de varios medios. No me quise lavar las manos, pero el silencio significa respeto. El jurado tiene que respetarse entre sí. Fue una semana muy dura.
Con el humor zafamos de todo, de los momentos malos y menos malos. Vamos a respetarnos y hacer humor, va a ser difícil pero vamos a intentarlo”.
Por su parte, Reina Reech dijo: “Quiero que pasemos buenos momentos. Yo quiero brindarles mi respeto a mis compañeros y a vos. Desde este lugar seguiré cumpliendo mi tarea como siempre”.
Después le llegó el turno a Aníbal Pachano. “Voy a agradecer mi descargo de ayer. Yo he sido agraviado por varios motivos. Vine acá a trabajar y divertirme. Por las personas que padecen HIV, yo voy a ser un excelente embajador. Olvídense de los agravios, la vida es para adelante”.
Después le llegó el turno a Ricardo Fort: “El error es que el jurado tiene que juzgar al bailarín y no juzgar al otro jurado. Seguir con el tema no tiene sentido. Hay que pasarla bien y divertirse”.
Por último, Graciela Alfano insistió con su inocencia. “Yo he vivido una situación única en este programa. Es la primera vez que se sostiene una culpabilidad en una persona sobre un hecho que no tengo nada que ver. Yo soy una persona tranquila que he tenido que pilotear muchas mentiras, y esta no va a ser ni la primera ni la última”.
“Me llamo a la reflexión, a un pensamiento profundo, a lo mejor que tiene el ser humano, tener la humildad necesaria para entender al otro. En la guerra de Israel, David Grosman perdió un hijo y hoy es uno de los grandes hacedores de la paz”, dijo Graciela.
“Me pongo a disposición de la producción y mientras, voy meditando mi mea culpa. Mi actitud siempre es la paz y la no devolución de las agresiones”, concluyó.