
Pero afortunadamente ha logrado mantener a raya al acosador, renovando una orden de restricción en contra de Thomas James Weldon, el individuo en cuestión.
Él ya había estado bajo la orden, pero el año pasado caducó e ingresó a un hospital psiquiátrico. Acaba de salir de ahí y ya había hecho intentos por volver a perseguir a la actriz, de ahí que renovara la petición judicial.
Y hace bien, sólo es cosa de recordar el caso de Rebecca Schaeffer, quien fue acosada y asesinada por un fan en 1989 y de ahí las leyes para proteger a nuestras adoradas celebridades empezaron a prosperar. 22222222222222222222222222