
Pero, he aquí el gran ‘pero’: Ser Cristiano Ronaldo también tiene inconvenientes como, por ejemplo, que te encuentres de la noche a la mañana con un hijo de madre casi desconocida o que te pillen saliendo de un local de ambiente...después de haber dejado a la impresionante rusa durmiendo en el hotel.
Una cosa está clara: éste no está siendo el año de Cristiano Ronaldo. Y que conste que no lo digo por el bebé, que es, sin duda, la mayor alegría que ha tenido el portugués en los últimos meses. Un pequeño Cristiano júnior que no sabemos si tendrá las potentes piernas de papá o la boquita de mamá –sobre todo esto último porque, hasta ahora, sólo hemos podido ver un par de fotografías de la presunta madre–, pero que ya ha heredado de su ‘archifamoso’ progenitor una manada de ‘paparazzis’ ansiosos por documentar todos y cada uno de los momentos de su recién estrenada existencia.
El anuncio de su sorprendente paternidad de una forma no menos sorprendente –a través de Facebook, que no saben la de ruedas de prensa, faxes y comunicados oficiales que ahorran las nuevas tecnologías– ha servido para que sus detractores, que son casi tantos como sus defensores, vuelvan a explotar la imagen de juerguista, chulo y seductor que persigue al portugués desde que aterrizó en la Premier League inglesa.
Y, aunque no cabe duda de que Cristiano Ronaldo sabe divertirse –ya lo hizo el pasado verano con Paris Hilton y con la mamá de Cristiano Jr., de esto último hay pruebas fehacientes–, tampoco la hay de que es un profesional que no sólo destaca por sus triunfos, sino también por cómo trabaja para conseguirlos.
En el Real Madrid aseguran que nunca habían visto nada igual: es el que más corre, el que más se entrena, el que más se esfuerza y sí, también el que más abdominales hace, porque está claro que hacen falta como mínimo 3.000 para lucir ese torso y desbancar a David Beckham como imagen de Armani. Nada más conocerlo, a sus compañeros sólo se les ocurrió un calificativo para su estado de forma: ‘Está como un avión’. Más claro el agua: Cristiano Ronaldo disfruta de su tiempo libre, sí, pero también se cuida.
En los últimos meses hemos visto como Leo Messi le arrebataba el trono de mejor jugador del mundo, cómo se desesperaba por no sumar títulos con el Real Madrid, cómo se lamentaba -y escupía- tras caer derrotado ante España en el Mundial de Sudáfrica.
Una larga lista de decepciones pre-vacacionales a la que se unía poco después el bebé, que desató una avalancha de rumores, especulaciones, y comentarios, incluyendo la posibilidad de que Cristiano hubiera utilizado un vientre de alquiler. De nada sirvió que la estrella lusa dejara claro que asumiría en exclusiva la tutela del pequeño, ni tampoco que pagara, según algunos medios, la friolera de 12 millones de euros para que la madre se mantuviera al margen.
La revista portuguesa Lux ha publicado unas fotografías de la presunta mamá que, según el Daily Mail y el Sunday Mirror, es estadounidense y camarera de profesión y cayó, cómo no, rendida a los encantos de Cristiano en una noche loca después de una declaración de intenciones escueta y directa: ‘Me, you, kiss’ (‘Yo, tú, beso’).
Unas revelaciones que, incomprensiblemente, no han hecho salir corriendo a su actual novia, la modelo Irina Shayk, aunque tampoco la han alegrado tanto como para darle el ‘sí, quiero’, a pesar de que así apareció publicado en su Twitter, previamente hackeado y manipulado, por lo que la rusa ha tenido que desmentirlo todo a través de su verdadera página de Facebook –no la hackeada, que también tenía varias–.
En fin que, por si no han conseguido enterarse de nada, aunque no les culpo, resumo: Cristiano Ronaldo no se casa, no es gay aunque se deje ver en locales nocturnos de ambiente, lleve flores en pelo y se pinte las uñas, concibió a su hijo de forma natural y ha decidido volcarse en la publicidad: protagoniza la nueva campaña turística de su tierra natal vestido de blanco y bajo el lema ‘Made in Madeira’. ¿Se puede pedir más?
Fuente: Rafaela.com 22222222222222222222222222