
Esa relación desencadenó una serie de cosas que me llevaron a tener un principio de bulimia nerviosa, un desorden alimenticio muy común en las chicas adolescentes”, arrancó la “hermanita” durante su participación en “Gran Hermano: el debate”.
Una vez aclarado el “back” con el que la concursante regresó al programa, Mariano Peluffo comenzó a indagar para poder revelarle al público los motivos de la llamativa ausencia mediática de la modelo luego de su abrupta salida del juego.
“La primera vez entré para mostrarme y conté que ingresé a la casa por dos motivos: una carrera en los medios y poder jugar. Uno estaba casi cumplido y el otro no lo pude concretar. Por eso, cuando volví, quise mostrar mi juego pero, además, quise llevarles un mensaje a todas esas chicas que están pasando por lo que yo pasé”, confesó.
El encierro y el complicado clima que generó el regreso de cuatro participantes a la casa, fueron dos de los condimentos que llevaron a Gancedo a pensar que su salud psíquica y física estaba en juego.
“Yo tenía un recuerdo tan lindo de la casa y cuando llegué no encontré el mismo lugar que había dejado. No lo aguanté. Sentí que si me quedaba me iba a echar a perder de nuevo y realmente me costó mucho poder volver a empezar”, reconoció y aclaró: “Cuando le empecé a pegar a los demás, en realidad me estaba pegando a mí misma, me estaba juzgando y trasladaba eso a los demás”.
La crisis llegó pocos minutos más tarde, la rubia por elección abandonaba el juego en la madrugada. ¿Su salida? Sólo se televisó el abandono y luego un silencio hermético acompañó la continuidad del juego.
“Nosotros fuimos contando poquitas cosas que eran las que pensábamos que podíamos contar”, aclaró Peluffo para luego darle la palabra a Gancedo: “Estuve dos semanas procesando todo para poder sacar lo mejor de lo que viví y no solamente lo malo”, concluyó.
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