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Donde acaba el sueño y comienza el negocio en los grupos Idols

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Llevo meses con esta idea en la cabeza pero no sabía muy bien cómo plasmarla en una entrada hasta que hace unos días encontré el punto de partida que me dio la solución. El kpop, los doramas, el cine... representan muchas cosas pero entre ellas hay una que llama especialmente mi atención y no es otra que el esfuerzo de muchos jóvenes por lograr cumplir sus sueños. Artículo de opinión personal, fans que no soportan hablar de estos temas, abstenerse. Debajo de todas esas ropas de marca, de todo ese maquillaje, de esa “fachada” ante el público, muchos de los artistas son un verdadero ejemplo a seguir para muchos jovenes de hoy en día. Pero… ¿qué hay detrás de todo esto? ¿Son todos estos jovenes personas humiles tratando de alcanzar un sueño o han dejado atras sus esperanzas para moverse unicamente por el dinero y el materialismo? Con esta opinión no quiero justificar unos u otros comportamientos por parte de los artistas, todos sabemos que al fin y al cabo los fans únicamente conocemos el lado “publico” y desconocemos mil y un detalles al respecto y en la mayor parte de las ocasiones ese lado “publico” es más una máscara que su propia imagen.


Quiero tomar como punto de inicio una canción que significa mucho para mí, I Dream. Todos la conoceréis sonando a través de las portentosas gargantas de Park Jimin y Baek Yerin de 15& y es su mensaje con lo que quiero quedarme por encima de todo. I Dream es un canto a los sueños, a las esperanzas de cada uno por depositar su pequeño granito en el mundo y la luz que nos empuja a seguir adelante con nuestros sueños. Esa canción, ese poema, ese libro, ese dibujo… ese “algo” que queremos mostrar al mundo, algo de nuestra creación, algo que haga cumplir nuestros sueños y hacer más llevadero todo lo que nos rodea como bien dice la canción “Para que tú nunca quedes atrapado solo en la oscuridad”, “그 짙은 어둠 속에 혼자 갇히지 않게”

Todo esto grita en cada una de las personas de este planeta y brilla con más fuerza en los jóvenes y en este caso particular, en los jóvenes coreanos. Sí, sigue siendo un trabajo más pero ser buenos en lo que de verdad nos gusta nos hace automáticamente felices siendo este el objetivo mismo de vivir. Chicas y chicos que luchan por cantar, actuar y bailar como si no hubiese un mañana con la única meta que conseguir el éxito y ser felices con lo que más les gusta. Es aquí donde entra el gran interrogante: ¿Lo hacen para ser felices o para cosechar fama y su complementario beneficio económico? ¿Lograr tus sueños te hace feliz o ganar cada vez más dinero te hace feliz? El dinero no da la felicidad ¿O sí?

Los artistas, más comúnmente  llamados Idols, son la imagen de la perfección. Guapos, talentosos y con dinero ¿Qué más se puede pedir?

Para empezar me gustaría eliminar el término “Idol” del vocabulario popular, yo mismo sólo lo utilizo en contadas ocasiones ya que me parece un término despectivo y lleno de tópicos. ¿Todos los Idols tienen talento pero no todos los artistas son idols? El ser más o menos mediático no tiene porqué ir vinculado al dichoso término que se utiliza en la mayor de las ocasiones como formula para encasillar. Un Idol es un artista y merece ser tratado como tal, cante, baile o haga torres con cartas de poker. Idol convierte al instante al artista en “muñeco” de los medios de comunicación y reclamo publicitario para los fans, y me niego a creer que son sólo esto.


Detrás de cada Idol ARTISTA hay una persona que ha sacrificado decenas de horas de su vida para alcanzar el lugar en el que se encuentra sea “merecido” o no. El gran interrogante que aquí se nos plantéa es cuando ese “trabajo” termina por convertirse en una rutina para un único objetivo, el ganar más y más. Desde los más noveles artistas hasta los más experimentados del panorama actual sufren altibajos continuos en sus carreras y si hay una cosa que de verdad me duele ver es no verles cómodos en sus trabajos. En el caso de los actores esto puede ser menos evidente, ya que al fin y al cabo, siempre que les vemos en una película/serie están actuando dejando a un lado sus sentimientos y debilidades, pero en los cantantes y bailarines verles llorar, desmayarse o incluso actuar sin ninguna gana son hechos más que evidentes de que algo no va bien.


Estas reacciones por parte de los artistas son un cúmulo de estrés y cansancio que por algún sitio tiene que salir haciéndoles derrumbarse en directo. Sin embargo, en muchas ocasiones, son los propios artistas los que parecen haber perdido la “ilusión” en su trabajo y sólo continúan con ello por simple rutina. Es esa “ilusión” el mayor punto fuerte en la industria del entretenimiento coreano y lo que me parece que mueve a tantos jóvenes a lo largo y ancho del mundo. En estas ocasiones suelo repetir sin cesar una muletilla que utilizo en muchas ocasiones, “La Música/Cine sigue siendo una industria, NO una ONG” de ahí que los artistas no tengan que entregarse en cuerpo y alma en cada una de sus apariciones ya que tienen todo el derecho a escoger cómo desempeñar su trabajo.

Este tipo de trabajo, con esta tónica tan monótona, deshumaniza en cierta medida al propio artista haciéndole aparecer cada vez más a menudo en los medios de comunicación, actuar cada vez en más series, sacar cada vez más singles… estrechando  la línea que separa el cantar/actuar por vocación y el hacerlo por hacerse más rico. Corea y Asia en general son un claro reflejo de que sí, grandes multinacionales mueven los hilos de jóvenes como si fueran marionetas, pero es innegable que todos ellos, como grandísimos profesionales, se dejan hasta su último aliento luchando por sacar adelante sus ilusiones y dejando en un segundo plano las ganancias que esto puede crear. Es algo totalmente diferente al concepto occidental de artista mucho más vinculado en beneficios económicos que en satisfacción personal por un trabajo bien hecho (sin desprestigiar a ninguna de las partes). La sociedad de un país dice mucho dependiendo en quienes sean sus modelos a seguir, el ejemplo de Corea lo tenemos más que visto, los jóvenes ansían ser triunfadores, sacar adelante sus sueños, luchar por conseguirlo y no desistir nunca hasta lograrlos sean cuales sean los obstáculos y los artistas tienen mucho que demostrar en este aspecto. Reconozco que también hay una presión social, problemas de macroestrés y miles de condiciones negativas en este tipo de sociedades (doble moral asiática) que afectan a los jóvenes pero me gustaría quedarme con esta parte positiva de luchar por tus sueños sin importarte los beneficios.


¿Qué opináis vosotros al respecto? ¿De verdad se mueven todos por lo bien que se lo pasan en el escenario o por juntar más y más pasta para comprarse casas de diseño? Y en lo que nombramos sobre que “una sociedad es lo que sus celebridades muestran” ¿Es acertada en este caso? ¿Qué ocurriría si analizásemos la nuestra propia? ¿Gandia Shore, sobres de pasta y casposos televisivos serían nuestro summun en esta vida? P.D. Las fotos que acompañan al artículo no acusan a ningún artista, simplemente ilustran y acompañan. P.D.2 He intentado no poner nombres de ningún artista para que nadie se sienta ofendido ni atacado.

Fuente: Siesdestino 22222222222222222222222222