Julieta Araníbar aseguró ante la Justicia haber trabajado como peluquera y colorista en los salones “Roberto Giordano Coiffeur” desde el 23 de diciembre de 1979 hasta el 20 de febrero de 2008, cuando Giordano la despidió.Cuando culminó la relación laboral, los abogados de la supuesta damnificada advirtieron que Giordano había cambiado la razón social en varias oportunidades con el supuesto afán de eludir los compromisos indemnizatorios.
Con ese objetivo, el mediático peluquero habría cambiado los nombres de fantasía bajo los cuales facturaba y los responsables de los mismos, apareciendo en algunos casos su esposa, su hijo y su cuñado como los administradores de los locales, confía el sitio Minutouno.com.
Así, la denuncia presentada por Araníbar ante la Justicia dice que los nombres tuvieron esta correlación: “Roberto Giordano S.A, la firma Aspil S.A, Big Brands S.A, Mirta Servanda Almirón de Giordano -cónyuge-, Luciano Giordano -hijo-, Juan José Almirón -cuñado-, entre otros”.
“Los denunciados en un claro acuerdo de voluntades dolosas tramaron una enmarañada e ilegal maniobra para lograr que, una vez producido un despido, jamás puedan efectivizarse los montos dinerarios que por ley les corresponden”, sostiene el escrito.
“Los recibos de sueldo que se emiten difieren de la realidad, engañando así a las autoridades conciliadoras y/o judiciales ante quien se pretenden hacer valer. Por ello, sin perjuicio de las obligaciones tributarias y/o provisionales que ello importe, estamos frente a un fraude”, resume la presentación. 22222222222222222222222222
