
Luego de sentirse dolida por la muerte de su hermano, Renata (Juana Viale) cambia de actitud y deposita todo su odio en Lara (Florencia Raggi), a quien la considera la culpable de lo ocurrido a Manu.
Se reincorpora al trabajo y elabora un macabro plan de venganza. Averigua dónde hay una obra en construcción que recién esté comenzando y luego secuestra a Lara durmiéndola con cloroformo. Desvanecida, la lleva a la obra y la arroja a un pozo. Renata comienza a echarle tierra encima enterrándola viva.
