
Los especialistas del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), dirigidos por Philippe Walter, se concentraron en la técnica del esfumato creada por Leonardo, con la cual el artista logró los contornos difuminados y suaves transiciones entre sombra y luz en los rostros de sus personajes, como por ejemplo los que otorgan una mágica atmósfera a la pintura de la Mona Lisa.
Asimismo, siete cuadros atribuidos a Leonardo da Vinci (La Anunciación, La Virgen de las rocas, La Belle Ferronniére, La Gioconda, San Juan Bautista, Baco y Santa Ana, la Virgen y el Niño) fueron analizados, sin extracción de muestra, directamente en las salas del museo del Louvre en París (capital), indicó CNRS a través de un comunicado.
Según el estudio, el autor de La Gioconda, pintó finas capas de barniz transparente de entre uno y dos micrómetros (milésimas de milímetro).
El barniz alcanzaba un espesor de entre 30 y 40 micrómetros, indicaron los expertos, tras señalar que para la técnica de sombreado usaba pinceles muy finos, así como pigmentos y aditivos especiales.
Los investigadores del Laboratorio del centro de investigación y restauración de los Museos de Francia se concentraron en los rostros, que son el elemento más emblemático de la técnica del esfumato aplicada por el pintor renacentista.
Por otro lado, recientemente un austriaco que intentó revelar los dotes artísticos de Leonardo da Vinci, buscó descifrar el enigma de la sonrisa de la famosa Mona Lisa.
La Mona Lisa sólo sonríe si el observador la mira directamente a los ojos. Si se fija la vista en la boca, el cerebro capta los contornos marcados y registra la expresión de la cara como neutral, según arrojó un experimento que se le practicó a la obra emblemática del renacentista.
La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino también en los misterios que la rodean.
En el año de 1911, la obra fue robada. Las reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente. 22222222222222222222222222