
Se trata de la felicidad que da el dinero, dirán muchos. Y yo ya no sé qué pensar, porque dudo de que una persona común y corriente
luego de tener problemas con la policía por posesión de cocaína, pueda irse de mini–vacaciones a Hawaii con su pareja para pasar el mal trago. Pero Paris sí puede y allá fue, acompañada por Cy Waits, su flamante novio. En estos últimos dos días pasearon por Maui y hasta dieron un modesto show para los paparazzi –mano va, mano viene– en el medio del mar.
Sí, la vida es demasiado generosa con algunos y muy injustos con otros. Pero no hay nada que podamos hacer, la rutina de Paris consiste en salir de compras y arrasar las tiendas más costosas, ir de fiesta en fiesta o viajar en yate por donde se le ocurra. Pero hay algo que le devuelve a la sociedad: mucho chisme de qué hablar. Y eso nos encanta.




