
Hemos probado el televisor con imágenes en alta definición e imágenes en tres dimensiones.
La conclusión es que se ve muy bien y, además, el escalado de imágenes en dos dimensiones a tres (es una de las pocas marcas que lo hace) funciona. Es un divertimento, pero mientras no haya emisiones ni contenidos en 3D puede servir para sacar algo de partido a un televisor 3D. O
tra cosa divertida que tiene es el mando a distancia. Al ser tan avanzado es también un poco complicada la instalación y configuración, pero conectado a través de WiFi permite, por ejemplo ver la tele en la pantalla del propio mando.
Eso sí, a cambio, hay que olvidarse de esos mandos de tele que con un par de pilas funcionan durante años. Éste hay que cargarlo a menudo.
Para conseguir una pantalla tan plana, la circuitería está oculta en la peana, igual que los altavoces, lo que hace que, el modelo que se comercializa en España, no pueda colgarse de la pared, una pena, porque el efecto sería aún más espectacular.
El televisor LED 9000 de 46, con un juego de gafas activas (se aconseja al menos contar con dos pares), cuesta, agárrense, 5.299 euros. El de 55 pulgadas sube hasta los 6.500. Todo sea por el diseño.
Fuente: Elmundo 22222222222222222222222222