
Saliéndose de sus casillas, el participante trató, en innumerables oportunidades, de abrir su gran bocaza con la intención de compartir el tesoro con el cual fuera bendecido: La Carta de Inmunidad.
Pero antes de acudir al regazo de Cristian “U”, Alejandro intentó que otros de sus compañeros “adivinaran” lo que él tenía para comunicar. Finalmente, el paseador de perros, descifrando en su totalidad lo que el participante de Avellaneda intentaba “vomitar” como dé lugar, se apropió del secreto que Alejandro no logró guardar y se lo contó todo a Luz.
Como bien se sabe, la infidencia de Alejandro dejó al descubierto que él era el portador de la carta de inmunidad, gravísimo error que deberá ser sancionado por Gran Hermano desafectando dicha carta del poder que ésta le infería a su dueño. No te pierdas el video de esta nota.
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