
Finalmente, la gente decidió que ambos fueran sancionados y la producción mandó a 14 participantes más a la placa de nominados. Cristian también entró por elección de Yamila y el único que no fue al teléfono fue Benjamín. El eliminado fue Diego.
Todo ocurrió cuando los chicos reclamaron el jueves que el programa les organice una fiesta, y como eso no sucedió, Hernán rompió una cámara arrojándole un puff, junto con Yamila como “autora intelectual”, y ante la mirada aprobatoria de otra decena de participantes que dijeron estar “medio ebrios”.
Hernán se hizo cargo del hecho pero pidió que los demás no se hicieran las víctimas. ”Cuando me vi en el tape me sentí un pelotudo, es obvio que me equivoqué, pero yo no estaba solo cuando lo hice“, dijo, pidió perdón y luego la emprendió contra José María Listorti por haberlo criticado. “Yo soy un participante y él es el conductor, y no puede atacarme de la manera en que lo hizo. Si lo tengo enfrente no me dura ni cinco minutos“, desafió el galán de la isla.
Viviana Canosa abrió el programa poniéndole misterio a la situación y reprendiendo los hechos de violencia, y luego leyó la sentencia, que recordó inmediatamente a lo sucedido en Gran Hermano, cuando la producción decidió cortarle el presupuesto al grupo y luego dejó la resolución en manos del público.
Sin solución de continuidad, y como copia fiel de aquel complot de GH, los chicos largaron una larga lista de cuestionamientos hacia la producción. La que tomó las riendas fue Paula, quien sugirió que no puede ir al gimnasio ni ensayar porque le ponen móviles o la mandan a “entangarse” para ir a la pileta, y acusó de estar más gorda porque no les dan fruta ni productos ligth: “No puedo comer más pan con manteca y leche entera, estoy harta de que siempre haya manzanas“, lanzó, apoyada por otras compañeras.
Fuente: Teleshow 22222222222222222222222222