
En el mejor de los casos, el satélite se quemará al entrar en la atmósfera o caerá al mar. Pero existe también el peor de los casos: algún pedazo podría caer en una zona habitada, en cuyo caso "las consecuencias serían inmensas", según la citada publicación. Esa posibilidad es menor, pero los científicos podrían optar por derribarlo en caso de "agudo peligro para la vida de las personas".
Según el Centro Aeroespecial Alemán, se desconoce la fecha y el lugar aproximado donde podría caer alguno de los pedazos, ya que ambas cosas dependen de la actividad solar.
El Rosat, de propiedad alemana, fue puesto en órbita desde Florida en 1990. Desde entonces ha enviado datos sobre el nacimiento de las estrellas, imágenes de los cometas, la Luna o la galaxia Andrómeda. Desde hace algún tiempo está fuera de control y en este momento está en una órbita a 500 kilómetros de la Tierra.
Fuente: telecinco 22222222222222222222222222