
“Ellos piensan, todavía, que la gente se basa en la lástima y en el mérito de la generosidad. Que dicen: ‘Mirá lo que fue, pobrecito…’ ¡No! Al contrario, dicen “que pelot’”. “Estoy cansado de que quieran dar lástima, porque la gente entendió que acá se viene a jugar.
¡Esto no es Gran Hermano por un sueño! El otro día Alejandro dijo: ‘Como mucho acá y aprovecho todo, porque después no tengo más'. ¡Basta del ‘vótenme que quiero ganar, porque si no, no tengo un plato de comida’! ¿No tenés un plato de comida, pero tenés un autito? No puede existir gente tan hipócrita”, agregaba Cristian.
Pero más allá de aquellas conclusiones, el paseador de perros se atrevió a más y redobló la apuesta: “Lo peor que podés hacer acá es convencerte. El está convencido de que tiene cualquier cantidad de gente, seguidores, y que va a sacar a todos. Y cuando se le empieza a inclinar la balanza, se pone nervioso. Y cambia de actitudes y se pone agresivo, te mira mal, te boquea. Todo el tiempo la lástima”, finalizó. ¿Pensarán igual los seguidores de Cristian? 22222222222222222222222222