
Según los meteorólogos, por la noche la temperatura bajará hasta los cinco grados bajo cero en esas zonas, las más devastadas por el sismo de 9 grados en la escala de Richter y la ola gigante que ocasionó más de cuatro mil muertos. Las temperaturas invernales irrumpieron cuando está a punto de empezar la primavera en la Isla, cuya costa oriental amaneció este miércoles cubierta por un color blanco que por unos momentos ocultó las ruinas de cerca de 80 mil edificios destruidos.
En tanto, los trabajadores de la central nuclear japonesa de Fukushima recibieron permiso para volver a la instalación, dañada por varias explosiones, al levantarse la orden de evacuación emitida previamente, informó la emisora nipona NHK.

La situación en la central nuclear dañada por los desastres naturales continuaba agravándose, después de que se registró un nuevo incendio y comenzó a levantarse una nube de humo sobre uno de los reactores. Los datos sobre los niveles de radiación eran contradictorios, ya que el vocero del gobierno, Yukio Edano, admitió que leyó informaciones erróneas e inexactas.
El vocero habló inicialmente de 1.000 milisievert por hora, cifra que rápidamente volvió a descender y la agencia Kyodo por su parte, informó después de diez milisievert en las inmediaciones del recinto de la central nuclear. Ambos niveles son muy elevados, aunque a corto plazo no son peligrosos para la salud, indicó la agencia.

Solamente dos de los cuatro bloques de los reactores pudieron ser refrigerados con agua marítima a fin de evitar una fusión del núcleo, señalaron medios japoneses. En tanto, este miércoles se registró una nueva réplica de magnitud de 6,0 grados, en la región de Kanto, a la 1 (hora argentina) y tuvo su epicentro a 95 kilómetros al este de Tokio.
Ante el grave panorama, el gobierno japonés apeló a la comunidad internacional, por lo que Corea del Sur enviará sus reservas de ácido bórico para estabilizar los reactores. Asimismo, el vocero gubernamental admitió en conferencia de prensa que se podría necesitar ayuda de tropas estadounidenses.
La catástrofe dejó sin casa al menos a 530.000 personas, que se encuentran alojadas en 2.600 carpas y otros 850.000 hogares se encuentran sin electricidad, mientras que 8.181 personas de un total de seis prefecturas están desaparecidas. 22222222222222222222222222