
“Lloré mucho, eso es lo que cambiaría. Lloraba por una tasa! Si bien lloré mucho tampoco era como decía Chizo, que lloraba 18 horas por día, tampoco era así. Yo me divertí muchísimo, muchísimo… también me divertí, me reí mucho… bailé cuando tenía que bailar. Me reubiqué en la Casa en lugares en donde me sentía bárbaro”, sostuvo, detenidísima, la jujeña.
Y agregó: “Todos me cargan. Me dicen que lloré un montón y es verdad, me gustaría tener otro tipo de fortaleza y no llorar tanto. Fui mi mamá dentro de la casa de Gran Hermano porque yo la cargaba a ella que siempre lloraba, pero descubrí que soy re sensible, hasta peor que mi mamá”.
Además, Tami, se refirió sobre su particular “fulminante” realizada la pasada semana: “Me mandé un moco y después no se lo pude explicar a mis compañeros”, dijo, agregando que, en realidad no era Pepa sino Gisele el objetivo del demoledor voto. Sobre quién podría ser el próximo expulsado la semana que viene, dijo: “supongo que va a ser Gisele, y agregó: “A la final llega Martín A., Solange, Emi y Cristian "U”. 22222222222222222222222222