
Ahí sería donde entró en el cuadro Fariña, el joven de 25 años que pasó de comer pizza con Coca-Cola en enero de este año a comprometerse con Jelinek champagne de por medio en Cancún hace un mes. "Hasta el momento en que empezó con las Ferrari y los viajes afuera, él no tenía CUIT, CUIL, o presencia en el directorio de ninguna empresa", señaló Tartufoli.
Ese detalle lo hacía el candidato perfecto para ser "un fantasma" dentro de la organización, y también un blanco fácil para la AFIP. "Yo leí por ahí que el hombre que acusa a Fariña tampoco es de fiar. Es un señor que parece que también tiene un antecedente dudoso", convino Leo Montero, conductor de "AM".
Además, Montero recordó que si el marido de Jelinek compró su Ferrari a principios de 2011 no tiene que declararla sino hasta el año que viene, por lo que puede que no figure en su próxima presentación ante el fisco. Pero los investigadores de la AFIP actuaron de oficio.
Pero al margen de los barrabravas, Jelinek presentó a su marido como "un empresario financiero" y no mintió. En efecto, Fariña trabaja para Andrómeda Corporate Finace, pero no habría sido muy claro en la facturación de la financiera donde es director suplente, según explicó Lucio di Mateo a las cámaras de C5N.
Los gastos excesivos de Fariña, desde sus viajes en jet privado a Miami o Cancún hasta la compra de una Ferrari o un BMW de 155 mil dólares por el que aún debe 3.600 pesos de patentes, hicieron que el marido de Jelinek quedara en evidencia ante la AFIP. Y todo sin catalogación, ni siquiera como monotributista. Al parecer, Jorge Leonardo Fariña se unió con Daniel Alejandro Bryn, titular de Andrómeda Corporate Finance, una empresa que fue creada el 3 de septiembre de 2010. Y no se sabe muy bien cómo, pero el proyecto levantó vuelo. 22222222222222222222222222