
"Si no hubiera sido por las luces del cepillo de dientes, nosotros probablemente no hubiéramos visto el tumor y no estaríamos a tiempo de poder salvar la vida de Katie", cuenta Rebecca, la madre de la pequeña. "Compramos el cepillo porque a Katie le encantaba. Se recargaba y al presionar un botón, las luces se repetían durante 60 segundos que es el tiempo que necesitan los niños para cepillar sus dientes", explica Rebecca.
Fue precisamente el extraño reflejo que provocaban las luces del cepillo de dientes en el ojo de Katie, lo que provocó que su madre acudiese al médico. Entonces, los doctores diagnosticaron el cáncer a la menor y sus padres quedaron devastados por la noticia. La niña ha perdido el ojo pero su madre explica que "aunque es horrible la pérdida del ojo, pero nos alivia saber que estamos a tiempo para curar su tumor"./telecinco.es 22222222222222222222222222